-El siguiente texto fue escrito antes de subir las fotos, sirva de introducción-
Gran día el de hoy, amigos, y aún queda día (cuando escribo estas líneas).
Esta mañana nos hemos ido levantando como hemos ido pudiendo y el primer problema ha sido resolver el desayuno... Hemos encontrado finalmente un bar abierto y cumplido con el café con leche y magdalenas. Hecho esto, a la plaza, punto de encuentro para la salida. Con un ligerísimo retraso, salimos en ruta hacia Nerpio. Las carreteras serranas espectaculares, pero hay que llevar cuidado, muy reviradas y con el asfalto no siempre en las condiciones óptimas, hacen permanecer atento en todo momento. Tras un sinfín de curvas y alguna parada de reagrupamiento, llegamos al pantano de Taibilla, donde hacemos un almuerzo, y disfrutamos de unas maravillosas vistas y una agradable conversación entre amigos, charlando sobre tal o cual Vespa, actividades y quedadas pasadas y futuras, o amigos comunes y conocidos, con los que, de alguna manera u otra, hemos coincidido. Tras el pequeño descanso y la tranquilidad de saber que, después de un pequeño percance, no ha habido mayores consecuencias que algún rasguño para dos compañeros y la Vespa en la que rodaban (lo que nos recuerda el cuidado con el que debemos participar en estos eventos y la importancia de ir adecuadamente equipados para el viaje), continuamos la ruta.
Así regresamos a Letur, por carreteras que el Scooter Club la Oveja Negra parece haber rescatado de la Guía Campsa del año 85.
Antes de llegar al pueblo a comer, hacemos una parada en una almazara, donde nos explican todo el proceso de elaboración del aceite de oliva.
Ya de regreso en Letur, aparcamos nuestras monturas en la plaza y vamos a comer.
A continuación, como consta en el buen y completo programa de este año, da comienzo una visita turística guiada por el pueblo, que nos descubrirá, los encantos y la antigua historia que encierra Letur, con el trazado medieval andalusí mejor conservado de la provincia de Albacete al menos.
-Hasta aquí la introducción-
Buenos días a todos, comienza el día de la gran ruta del Vespamanece 5.0. Desde mi ventana, veo cómo Eos, con sus sonrosados dedos, abre las puertas del infierno para que su hermano Helios (el sol) pueda conducir su carro por el cielo. (-"A ver, si esto sigue así, se acabó, esto no es un blog de mitología ni cosas de esas." -"Bueno, vale. Es que he puesto la foto esta del amanecer y me he puesto blandito..." -"¡Que no vuelva a ocurrir!")
En fin, tras el desayuno, no vamos reuniendo en la Plaza, todo listo para salir a rodar por esas carreteras serranas, poco transitadas, reviradas, escondidas y no siempre bien asfaltadas...
Vespas pillinas frente a la iglesia de Letur, listas para salir.
En los momentos previos se habla sobre nuestras Vespas, lo que nos deparará la ruta, las próximas adquisiciones o las restauraciones que llevamos en marcha, efectivamente, la mitología griega y clásica no está presente en ninguna conversación...
Lola, junto a una preciosa T5, que tuve el placer de poner en marcha parar un amigo (
https://restauromivespasuper.blogspot.com/2015/07/vespa-px-125-t5.html?m=1)
Yila, la mascota más vespera también se viene de ruta, no es la primera vez, como se puede comprobar por la soltura que demuestra sobre la Vespa.
El gran grupo ya rodando.
Siempre impresiona ver tal número de motos, los vecinos se asoman y nos saludan cuando pasamos por cualquier pueblo o aldea, seguramente recordando tal o cual Vespa que tenían ellos mismos o algún conocido hace tiempo.
En estas reagrupaciones, que pueden deberse a distintos motivos como por tráfico o para seguir algún itinerario no muy bien señalizado, se consigue que los retrasados alcancen al grupo y se descanse un poco, siempre viene bien estirar un poco las piernas.
Otra parada de reagrupamiento en un bonito paraje, estamos a 15 o 20 minutos del sitio de parada para almorzar, pero siempre es agradable charlar con amigos y nuestras monturas se prestan muy bien a ser fotografiadas. Aquí Lola, mi Lambretta 125 Li.
La lambretta de Rober, una preciosa Jet 200.
Vespas, Vespas, Vespas...
Las Vespas de Gamusinos Manchegos, con multitud de detalles que las hacen un tanto especiales.
Y la última Lambretta de tooooodas las que acudieron al Vespamanece 5.0, una bonita 150Li segunda serie.
Y otra bonita instantánea, multitud de modelos, todos bonitos y queridos, sobre todo por sus dueños.
Lola en la parada del almuerzo, frente al embalse de Taibilla.
El que suscribe, amediano, en el centro acompañado de dos vespambretteros de pro, Rober y Manolo.
Una Primavera con una original u bonita decoración, aunque en un principio pensaba que eran pegatinas o vinilos, resultó ser pintura, muy bien hecha, aparte de la estética retro, que me encanta.
Las modernas también tienen su espacio, a pesar de que cada vez que nos pasan no de un poco de rabia...
La verdad es que son preciosas, tienen a quién salir, como dicen las abuelas.
Ahora sí podemos ver el agua del embalse en esta fotografía desde arriba que recoge la mayoría de las Vespas de la caravana del Vespamanece.
Vespas clásicas completamente equipadas y preparadas para grandes viajes, en los que el destino no siempre es lo más importante, y el trayecto recorrido pasa a ser el protagonista.
Maravillosas, no puedo decir más.
Y con tanta Vespa, no podían faltar las avispas, que dieron el nombre a nuestro querido vehículo (vespa significa avispa en italiano, y es lo que les sugirió el diseño del afamado escúter al verlo por primera vez debido a su forma "¡sembra una vespa!", traducido: parece una avispa)
Gracias, amigo Ramales, por tener el detalle de preocuparte para que yo saliera en una foto, pero la verdadera protagonista es Lola, gracias de su parte.
Parada en Nerpio para repostar, y dejar que se ventilen y enfríen los "discos de freno".
Como siempre que uno se mueve por la Sierra de Segura, los paisajes son impresionantes.
Lola emboscada en el espartal.
Poco antes de llegar a Letur para la comida, paramos en una almazara, donde nos explican el proceso completo para la elaboración del aceite de oliva, el oro líquido.
Tras la comida, como estaba previsto en el programa comienza la visita guiada al pueblo de Letur. Aquí podemos ver la parte trasera del ayuntamiento con restos de lo que fuera el castillo, pudiéndose apreciar incluso las almenas (en la parte alta del tapial), en estos restos de la muralla se pueden ver las distintas técnicas constructivas usadas en la época, sillares labrados, en la parte baja, tapial, la parte encalada de la ventana y piedra irregular en la parte más elevada.
La iglesia, gótica, en un estado de conservación muy bueno, edificada sobre el solar que ocupara la mezquita construida por los árabes que poblaron Letur en la Edad Media y que organizaron el trazado urbano tal y como se conserva en la actualidad.
La lonja del ayuntamiento, con una placa conmemorativa con vivas al rey Amadeo I y a la constitución de la época.
Quedan numerosos ejemplos de "portalicos" árabes y mozárabes, usados como almacén en muchos casos que servían de zaguán de las viviendas y daban paso a un patio interior desde el que se distribuía la vivienda, aquí vemos uno con dovelas lobuladas.
Aquí uno adintelado en madera, al lado del anterior.
Enfrente otro adintelado en piedra.
Y enfrente del lobulado podemos ver este de ladrillo apuntado ligeramente, lo que hace que la calle en la que nos encontramos se llame del portalico.
El grupo atiende a las explicaciones de Helena, la guía en la puerta del sol, la única original de las dos conocidas que tenía la población amurallada.
En esta parte, el acantilado defendía de manera natural la ciudad, y ofrece una situación estratégica privilegiada.
Tras la visita, tomamos un descanso para reponer fuerzas, pues nos queda la cena y el concierto, que se celebrará en el antiguo teatro de la localidad, que data de finales de los años 40. El espacio es espectacular.
Fuera, ya se nota el fresquito, y las motos ofrecen una bonita vista desde la puerta del teatro, donde se encuentra el restaurante El castillo, que nos servirá la cena.
Más Vespas...
Antiguos detalles...
Y comienza la cena, aquí los miembros del Vespambretta.
La mesa del centro, donde se sentaros los organizadores, La Oveja Negra, junto a más amigos venidos de todas partes de España.
Y la mesa izquierda, mirando al escenario, curiosamente aquí se sentaron los clubes más cercanos al mar, de Murcia, Alicante, Cartagena...
Tras la cena se realizaron la entrega de trofeos y el sorteo de regalos, hay que destacar la elevada presencia de mujeres, algunas de las cuales fueron reconocidas con trofeo.
La cena estuvo muy bien y muy animada, el sorteo es siempre muy esperado por la emoción que supone.
Y ¡Premio!, una garrafa de aceite de oliva virgen extra, para las tostadas del desayuno.
También pudimos disfrutar de la exposición de una serie de láminas titulada, "Letur a vista de Vespa" realizada por conocidos dibujantes de la revista "El Jueves".
Original Photo-call, que nos hizo pasar divertidos momentos.
Y tras la cena, el concierto de los Swing Cats, de Albacete, que dieron un muy muy buen concierto que fue de menos a más, pero que ya en los primeros compases se nos había metido en el bolsillo.
Buena música, junto a una buena voz, con una buena puesta en escena, ¿qué más se puede pedir?...
Swing Cats, muy recomendable.
El cierre perfecto para un día perfecto. gracias a todos los que trabajaron tanto para que lo pasáramos tan bien.
Mañana más.