domingo, 2 de abril de 2017

Asiento (primera parte)

Hola a todos.
Una vez presentada Lola, vamos a ir haciendo algunas cosas. Lo primero será el sillín. Si vísteis las fotos de la anterior presentación, os daréis cuenta de que el sillín que lleva Lola no es el original que montan las serie III, el que lleva es de una Lince o SX, más moderno.
El caso es que tenía por la cochera el armazón de un sillín de serie III y pensé restaurarlo. Aquí os lo cuento.

El armazón tal y como lo tenía en la cochera, la verdad es que el estado era lamentable.

Del tapizado original apenas quedan vestigios, los anclajes de la cinta estaban rotos...


Uno de los muelles centrales estaba roto, faltaban varios de los muelles horizontales...

Para tirarlo, vamos. Pero como nos gustan los cacharros, vamos a por él.

A pesar de que por internet se pueden conseguir muelles, no los pedí por pereza y compré unos muelles normales que ya había visto en algún otro sillín restaurado.

En la ferretería compre un par de metros de muelle de 8 milímetros de diámetro.

¿Merecerá la pena?

Lo primero es desarmar lo que tenemos, los tornillos están muy oxidados...

Así que hay que usar el taladro y destruir el tornillo.

Con cuidado de no dañar el avellanado.

El muelle roto.

Ahora usaremos un alambre para hacer los enganches que faltan para los muelles.


Con ayuda de unos alicates la tarea es bastante sencilla.

La parte trasera del sillín no la desmonté, la parte central era necesario para sustituir los muelles, encontré unos muelles similares en una tienda de motos custom.

Con el armazón desarmado nos disponemos a cepillarlo con el cepillo de púas metálicas...

Con el fin de pintarlo. Una pintura en espray es suficiente, puesto que todo irá oculto, el resultado es estupendo.

Empezamos a montar el armazón con todo limpio y las piezas nuevas. Primero los muelles.

Encima de ellos montamos la placa de soporte.

Ya partir de aquí montamos los enganches y los muelles horizontales.

Cuernos los muelles de la ferretería a la medida adecuada.

Y finalmente sujetamos los muelles traseros exteriores para darle la forma adecuada al sillín. El cierre también se ha cepillado y pintado. Los muelles que se ven son de una Guzzi antigua, que resultaron ser demasiado altos.

Hasta el momento, eso es todo.
Hasta prontito.